por administrador 
Las grandes aglomeraciones francesas se encuentran en un conducto sin precio anterior al inmobiliario.
Los propietarios son restricciones de revoir leurs attentes à la baisse y ciertos biens sont vendus à des prix bien inférieurs à su valor inicial, tandis que les taux de crédit explosent, decourageant les acheteurs potentiels.
Esta crisis no ha atendido al mercado inmobiliario y suscita numerosos interrogatorios en el futuro. Prolongue el corazón de esta degradación de los precios y descubra las repercusiones sobre los vendedores y las perspectivas del mercado.
La degradación del precio del inmobiliario
Después del debut del año, los precios del inmueble conocen una base significativa, notamment dans les grandes aglomérations telles que París, Lyon, Rennes, Estrasburgo y Burdeos, o los precios ont chuté de plus de 4% sur un et de 1% desde abril. Una agencia inmobiliaria en Burdeos témoigne de esta tendencia, avec des biens qui voient leur valeur diminuer de manière drastique. Los apartamentos inicialmente anunciados por 250.000 euros se venden por 175.000 euros, mientras que otros bienes subsisten también con un precio bajo notable.
Esta tendencia es explícita por una demanda en baisse, directamente impactada por la casa de los impuestos de crédito, que se triplica y cuadruplica en solo seis meses. Les ménages se retrouvent ainsi penalisés dans su proyecto de adquisición, ce qui engendre una vacilación à investir.
Esta situación está ilustrada por María, quien prefiere descansar en un lugar plutôt que de s'engager dans l'achat d'un bien immobilier qui lui coûterait le double. Et il ya de plus en plus de gens comme Maria qui ont trop peur de sauter le pas.
La crisis del inmobiliario: una realidad inquietante
La publicación del índice Notaires-Insee confirma la crisis inmobiliaria actual, registrando una baja de precios en el antiguo país, un estreno desde 2015. Comparado con el último trimestre de 2022, el precio ha disminuido de 0,2%.
Burdeos, una ciudad autrefois en pleine croissance immobilière, voit ses prix baisser de plus de 4% en un an. Los vendedores comprenden que el valor de sus bienes disminuye, pero no son prêts à les céder au prix qu'ils devraient atteindre.
Esta constata es compartida por Alexandre Lafaurie, responsable de una agencia inmobiliaria en Burdeos:
Avant, c'était le vendedor qui était en position de force parce qu'on avait beaucoup de demandes d'acquéreurs, et maintenant, ce n'est plus le cas. Les vendeurs comprennent que ça baisse, mais ils ne baissent pas autant qu'ils devraient le faire, ce que je comprends totalement. Ils ont acheté quelque chose qui leur a coûté 500.000 euros, ont leur dit aujourd'hui que ça vaut entre 400.000 y 450.000 euros
Los vendedores se enfrentan a una realidad de bienes adquiridos por 500.000 euros, valorados entre 400.000 y 450.000 euros, lo que hace difícil la decisión de bajar el precio. Le marché immobilier connaît également un ralentissement, avec des biens qui mettent désormais jusqu'à six mois pour trouver preneur, alors qu'il ya un an, ils se vendaient en seulement deux semaines.
Ciertos propietarios, como Jean-Luc, propietario de una casa atractiva pero que no suscita ninguna oferta, prevén desormais de se tourner vers la ubicación plutôt que de s'accrocher à la vente.
Témoignages : quand el valor d'un appartement perd 75 000 euros
Les chiffres et statsiques ne font qu'ilustrer la realité vécue par de muchos ménages confrontés à la baisse des prix de l'immobilier. Thierry et sa femme tentent depuis des mois de vendre leur appartement pour financista un proyecto de construcción, mais aucune offre d'achat ne s'est concrétisée.
Según Alexandre Lafaurie, gerente de una agencia inmobiliaria en Burdeos, muchos de sus bienes recibieron un precio menor de manera significativa:
Un apartamento de 250.000 euros está en 175.000 euros, otro de 335.000 euros está actualmente en 299.000 euros
Nicolas Froeliger, propietario de un apartamento en París, se encuentra también en una situación similar:
Si on tient cuenta du quartier, de l'état de l'appartement, je m'étais dit que le vendre serait assez simple et assez rapide. Je n'ai pas choisi le bon moment
Estos dos témoignages lograron iluminar la dificultad de encontrar a los vendedores, que voient leurs projets suspendus en raison du marché immobilier taciturno. Les échéances se rapprochent et les interrogations grandissent quant à la suite à donner.
Perspectivas y ajustes necesarios
Según las previsiones, la base del precio del inmueble debe servirse si los taux d'interést continúan aumentando. Los expertos estiman que estos taux podrían alcanzar el 4% en los meses que vienen.
Une tendance se dégage également, avec une baisse plus marquée des prix des maisons par rapport aux appartements. Frente a este ralentissement du marché, muchos vendedores ont du mal à aceptar la realidad y à ajustar su precio à la baisse pour vendre leurs biens. Esta situación quedó en suspenso de muchos proyectos y impactó directamente a los menages.
Alors, ¿quél avenir pour le marché immobilier?
Mientras el mercado inmobiliario atraviesa una crisis inédita, la cuestión de son porvenir se plantea légitimement. Las repercusiones de la caída del precio del inmueble son significativas, con una bajada de ventas y una resistencia de los compradores potenciales.
¿Est-ce que la situación es para autant alarmante? Para algunos expertos, este es el resultado de una corrección necesaria después de los años de euforia inmobiliaria. Las previsiones indican una disminución de 10 a 15% de las ventas de viviendas en 2023. El mercado inmobiliario se adapta a esta nueva realidad, y será esencial para los vendedores de revoir sus estrategias y sus precios para favorecer una repetición.
Bref, la caída del precio del inmobiliario es un fenómeno que afecta a las grandes aglomeraciones francesas. Esta crisis de inmobilière inattendue modifica la profundidad de la marcha y suscita los interrogatorios en cuanto se produce. El futuro del mercado inmobiliario es incierto, pero es esencial comprender y aceptar las transformaciones en curso para prever una repetición duradera.
